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Hot Headed: Las alarmantes formas en que el calor extremo afecta tu cerebro Innovación

Hot Headed: Las alarmantes formas en que el calor extremo afecta tu cerebro

Una joven en el norte de la Franja de Gaza busca alivio del calor abrasador durante una ola de calor de verano. Las intensas temperaturas no sólo afectan a nuestro cuerpo sino que también tienen un impacto significativo en nuestra función cerebral. Cuando nuestro cerebro se sobrecalienta, puede provocar una serie de cambios fisiológicos y neurológicos que afectan nuestras capacidades cognitivas, nuestra conciencia y nuestra salud en general. Desafortunadamente, estos cambios a menudo se asocian con pérdida de memoria, disminución de la concentración y comportamientos como irritabilidad, agresión, ansiedad y sensación de confusión mental.

Ya sea que el aumento de la temperatura del cerebro se deba a factores internos como la fiebre o a factores externos como el clima cálido, los efectos negativos en nuestro comportamiento son consistentes. Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Yale descubrió que incluso pequeños aumentos en la temperatura del cerebro mientras se estimulan pueden alterar profundamente la actividad cerebral. Otro estudio realizado en 2021 encontró que el rendimiento cognitivo comienza a disminuir a medida que las temperaturas superan los 75 grados Fahrenheit.

Según la neurocientífica y experta en salud mental, Caroline Leaf, las ráfagas breves de exposición a altas temperaturas, como sentarse en una sauna, en realidad pueden ser beneficiosas y mejorar la resiliencia y la concentración. Sin embargo, períodos prolongados de calor extremo pueden alterar la química del cerebro, provocando que las neuronas se activen demasiado rápido, demasiado lento o incluso queden en silencio. Estos cambios afectan nuestro pensamiento, memoria, emociones y patrones de sueño, dejándonos fatigados, abrumados, agresivos e irritables. También drenan la energía de nuestro cerebro y cuerpo, exacerbando los efectos negativos.

Cuando nuestro cerebro se sobrecalienta, ocurren simultáneamente varios eventos interconectados:

1. Desequilibrio de neurotransmisores: el calor altera el equilibrio de los neurotransmisores en nuestro cerebro, lo que afecta el estado de ánimo, la cognición y el comportamiento. Este desequilibrio puede provocar síntomas como confusión, irritabilidad y dificultad para concentrarse.

2. Desequilibrio electrolítico: el sobrecalentamiento provoca sudoración excesiva, lo que provoca la pérdida de electrolitos esenciales. Este desequilibrio puede provocar calambres musculares, debilidad e incluso convulsiones en casos graves.

3. Función cognitiva deteriorada: las altas temperaturas afectan la función cognitiva y afectan las tareas que requieren atención, memoria y razonamiento. Esto conduce a un menor rendimiento en estas áreas.

4. Riesgo de insolación: El sobrecalentamiento prolongado puede eventualmente provocar un golpe de calor, una condición potencialmente mortal. El golpe de calor se manifiesta como confusión, pérdida del conocimiento, convulsiones y coma. Si no se trata a tiempo, puede causar daño cerebral permanente.

5. Niveles reducidos de oxígeno en sangre: el sobrecalentamiento puede provocar una respiración rápida y superficial, lo que da como resultado niveles reducidos de oxígeno en la sangre. Los niveles más bajos de oxígeno perjudican la función cerebral y contribuyen a sentimientos de confusión y desorientación.

6. Inflamación: La temperatura corporal elevada desencadena inflamación, incluida la inflamación en el cerebro. Esto puede contribuir potencialmente a los trastornos neurológicos y afectar la función cognitiva.

7. Aumento del flujo sanguíneo: el cuerpo responde al sobrecalentamiento aumentando el flujo sanguíneo al cerebro en un intento de enfriarlo. Sin embargo, el flujo sanguíneo excesivo puede provocar hinchazón y aumento de la presión dentro del cráneo, provocando síntomas como dolores de cabeza, mareos y desmayos.

8. Impacto en la barrera hematoencefálica: el sobrecalentamiento y la inflamación pueden comprometer la integridad de la barrera hematoencefálica, permitiendo que sustancias nocivas entren en el cerebro y causen daños.

Para contrarrestar los efectos del sobrecalentamiento, es fundamental tomar medidas inmediatas para enfriarse y evitar un mayor sobrecalentamiento. Algunas estrategias para reducir la temperatura cerebral y corporal incluyen:

1. Manténgase hidratado: Beber mucha agua ayuda a mantener el funcionamiento adecuado del cuerpo y del cerebro. Chupar hielo también puede proporcionar una rápida hidratación y enfriamiento.

2. Busque ambientes más frescos: si es posible, permanezca en ambientes frescos con aire acondicionado o ventiladores. Pase el mayor tiempo posible en estas áreas, especialmente durante las tardes y las noches.

3. Tome duchas frías o baños de hielo: Incluso unos minutos en agua fría pueden ayudar a bajar la temperatura corporal y brindar alivio.

4. Involucrar a los niños y mantenerlos bien alimentados: Los niños son particularmente vulnerables al sobrecalentamiento. Además de las recomendaciones anteriores, asegúrese de que estén bien alimentados y realicen actividades en el interior, como juegos y lectura, para ayudarles a afrontar el calor.

Al tomar medidas proactivas para enfriar y priorizar la salud de nuestro cerebro durante las olas de calor, podemos mitigar los efectos negativos del sobrecalentamiento y mantener una función cognitiva óptima.